viernes, 30 de marzo de 2012

El Pedregal 4

IRENE, desde el fogón, empieza a sacar ingredientes de los armarios para ir preparando guisos.
ALONSO, sentado a la mesa, hace cálculos en una libreta.

ALONSO : No está nada mal. Nos van a dejar un dinerillo.
IRENE : Que falta nos hace porque tenemos una lista de chapuzas, para no decir reparaciones y que suene más grave, que de necesarias están pasando a urgentes.
ALONSO : Es que los materiales se nos ponen en un pico.
IRENE : Pues por eso lo digo... Y tu podrías irte ya a descansar, que mañana nos espera un día de campeonato.
ALONSO : Sí. ¿Vas a quedarte tu hasta muy tarde?
IRENE : Hasta que acabe porque si no me dejo todo esto preparado mañana estaré nerviosa y con un mal humor que no habrá quien pueda aguantarme
ALONSO : ¿Quieres que te eche una mano?
IRENE : Prefiero que estés fuerte para saber dónde puedo apoyarme en caso de necesidad (mirándole con simpatía).
ALONSO : (Pasa un brazo por sus hombros achuchándola con afecto mientras ella continúa con su tarea). Buenas noches entonces. Que te cunda.

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