Compradas por catálogo y precursoras de las
posteriores casas prefabricadas.
Dejaron de comercializarse alrededor de los
años cuarenta del pasado siglo.
posteriores casas prefabricadas.
Dejaron de comercializarse alrededor de los
años cuarenta del pasado siglo.
Hoy son objeto de colecciones diversas.
Las conocemos y nos gustan.
Las hemos visto en tantas películas a lo largo
de nuestra vida que son parte de nuestra
infancia, como la casa de una tía queridísima
a la que visitábamos de vez en cuando.
de nuestra vida que son parte de nuestra
infancia, como la casa de una tía queridísima
a la que visitábamos de vez en cuando.
El proceso de su compra, recepción
y montaje, muchas veces en familia,
debía ser fantástico.
y montaje, muchas veces en familia,
debía ser fantástico.
Después y a la vista del resultado, la
satisfacción de la tarea bien realizada
debía proporcionar, además de cobijo,
alegría de vivir permanente.
satisfacción de la tarea bien realizada
debía proporcionar, además de cobijo,
alegría de vivir permanente.
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