Confieso haber tenido prejuicios en el pasado respeto a los premios literarios porque siempre los ganaba un autor consagrado. Hoy entiendo y me parece de justicia que los premios todos y con mayor motivo los mejor remunerados sean para aquellos escritores que ya tienen una obra que les respalda.
Es el caso de Dolores Redondo que acaba de ganar el Premio Planeta con este libro que aun no he empezado a leer pero que sin duda disfrutaré porque después de su Trilogía del Baztán tiene mi voto de confianza.
Y, además, será la manera de uno de sus lectores de corresponder a este piropazo.
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