domingo, 22 de mayo de 2011

Doña Isabel 6:

ARACELI : ¡Es que esta situación se me hace ya intolerable! Estoy muy cansada, trabajo todo el día y cuando llego a casa aún he de continuar ocupándome de cinco personas además de mí misma. Mi madre, afortunada ella, con arreglar su dormitorio y su cuarto de baño ya lo tiene todo hecho y se puede recrear el resto del tiempo con sus libros y sus paseos.
RAMON : Para, para, te recuerdo que viene una asistenta tres días a la semana y que cada habitante de esta casa tiene asignadas sus obligaciones y, respecto a la cocina, que posiblemente sea el núcleo de mayor ocupación, te lo concedo, tu misma le prohibiste expresamente a tu madre que entrara en ella a guisar.
ARACELI : Yo no le he prohibido nada a mi madre, ¿qué estas diciendo...?
RAMON : Recuerda que cuando vinimos a vivir a esta casa ella tenía ya prácticamente superada su convalecencia y colaboraba contigo en la cocina, pero cada día discutíais más y más fuerte hasta que tú decidiste que dos mujeres no podían guisar juntas y asumiste el mando haciéndote cargo de todo el trabajo.
ARACELI : Es que ya no podía aguantarlo más... Si yo cocinaba un plato, ella tenía que poner su guinda arruinando mi punto...
RAMON : Te ofreció ocuparse de la cocina en solitario ya que tu trabajabas fuera de casa.
ARACELI : ¿Y en qué lugar hubiera quedado yo? En el de una imbécil incapaz de ocuparse de su familia.
RAMON : Otra vez no, por favor. Admiro tu facilidad para pasara del lamento al reproche, pero hablemos con serenidad, ¿quieres?
ARACELI : Pensaba que lo estábamos haciendo antes de que empezaras a censurarme.
RAMON : Está bien. Discúlpame. ¿Qué pasa entre tu madre y tú, prescindiendo de las comiditas, para que salten chispas cada vez que intentáis dirigiros la palabra?
ARACELI : Si yo lo supiese... Está resentida conmigo por algo que no es la cocina, de eso estoy segura, y a veces se le llena el tarro y desborda agresividad.
RAMON : ¿Y tu resentimiento hacia ella?, ¿cuál es?
ARACELI : ¿El mío? ¡¿Qué dices?! Reconozco que a veces me pongo desagradable, una defensa, de acuerdo, pero es que de un tiempo a esta parte parece que soy una visita en mi propia casa, ¡que digo una visita!... en ese caso se tendrían en cuenta mis opiniones.
RAMON : Te defiendes pero no respondes. Me parece que hay algo que debemos solucionar para que la vida familiar en esta casa no se vuelva ingrata. La discusión de esta noche se soluciona con un parche, pero ya tiene tantos la rueda que, cualquier día, por lo más insignificante...
ARACELI : ¿Me guardarás un secreto? Nadie más lo sabrá nunca, solo tú y yo, ¿sí?
RAMON : Tienes mi palabra.

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