No me equivoqué con la primera impresión. Me ha gustado mucho.
Ignoro si es una historia considerada de ciencia-ficción, pero no tiene importancia porque es solo cuestión de tiempo que con el trabajo conjunto de científicos y ordenadores se consigan cosas hoy inimaginables.
En cuanto a la frontera ética... Supongo que debe ser difícil retenerla cerca para un investigador cuando, absorto en un trabajo que le apasiona, intuye novedades desconocidas.
Es un libro muy entretenido que se lee con facilidad y los que sean aficionados a sacar punta filosófica a lo que les rodea, van a encontrar suficientes minas que afilar para seguir pasándolo bien aún cuando lo hayan acabado.
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