¿Elecciones?
Aunque desde hace varios días me resisto, he acabado por concederme permiso para compartir una inquietud que me sobrevuela como un moscardón :
¿A quién votar el día 20?
Mi voto no es cautivo, nunca lo ha sido, pero siempre he encontrado motivos personales, o de supuesta eficacia en la gestión, incluso de cabreo revanchista para otorgarlo a un bando u otro.
En esta ocasión no quiero votar. A nadie. A ningún partido.
Los políticos, nacionales e internacionales, deben cumplir su deber como cualquier trabajador, que es lo que son al fin y al cabo, y no lo hacen ni lo han hecho durante los últimos años.
¿Por ignorancia? Pues que abandonen sus puestos porque ningún país puede permitirse una representación de estúpidos.
¿Por mala voluntad? Entonces que salgan ya de esos tronos que ocupan cuanto antes.
Pero no es así. Algunos se reúnen sin fin en cumbres que deben costar un dineral con una falta de concreción asombrosa y los demás esperan con tranquilidad sus dictámenes.
No pido perfección, comprendo lo difícil que debe ser gestionar la alta política. Tampoco inmediatez, pero si pequeños pasitos en alguna dirección... Y menos cojonudeces.
Me siento insultada.
Hablo conmigo misma de compromiso histórico con unos, con otras... Pero ni por esas.
Escucho hablar de las bondades, o ventajas egoístas, que pueden ofrecerme los diferentes colores. Nada.
La idea de desperdiciar el voto no me gusta y no creo que la abstención importe nada más allá de las estadísticas de ese día.
De manera que aquí estoy, buscando...
Y por lo que leo y escucho igual que tantísimos otros más.
Si al final consigo tomar una decisión prometo explicarla por si orienta a alguien.
Y si alguno quiere compartir su idea conmigo, será bienvenida.
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