lunes, 16 de abril de 2012

El Pedregal 13

21.  LA CASA. EN EL SALÓN. INTERIOR. DIA.

La habitación es muy amplia. Decorada con muebles y objetos diversos pertenecientes a diferentes estilos y épocas, resulta a la vista un espacio familiar y confortable en el que apetece estar.
Además de sofás, sillones y butacas, mesas y mesitas, hay libros, discos y un piano que, junto a unas grandes puertas correderas que separan del comedor, puede ser aislado por unos grandes cortinajes como pequeña salita de música.
Las puertas que comunican con el jardín están abiertas.
Hace un día soleado de comienzo de primavera algo mortecino.
ALONSO e IRENE  están sentados en sillones, hablan mientras esperan que se les una el resto de la familia.

IRENE : ¿Para qué ha tenido que venir? ¿No hubiera sido suficiente con escribir una carta, o cincuenta? No tiene ningún sentido y son muchísimas las complicaciones que podría ocasionarnos.
ALONSO : Los días pasan con rapidez y la negativa también nos puede acarrear conflictos.
IRENE : Hay que ver cómo se embrollan las cosas... (Se levanta y camina agitada por la habitación). Y Timoteo... ¡¿En que ha estado pensando este hombre?!
ALONSO : Dice que no se lo explica. No ha oído nada ni sospechado en ningún momento.
IRENE : Ya tiene bastante ahora con esa obsesión que le ha entrado con el futuro de Mateo,
ALONSO : Me parece que ya bajan.

Se oyen pasos por la escalera, puertas que se abren y cierran y pisadas.
El resto de la familia va entrando en el salón, acomodándose cada uno en el lugar de su preferencia, Todos silenciosos y con aspecto solemne.

IRENE : ¡Bueno! A ver quien me va a explicar esa historia de la música genial.

Todos permanecen callados y como si ninguno tuviera nada que ver en el asunto y esperando que hable el responsable.

IRENE :¡Estoy esperando impaciente!

Todos la miran sorprendidos por el tono de enfado y el gesto tan serio.

ALONSO : (También con severidad en el semblante). Esta familia puede tener problemas graves y no es preciso explicar por qué. Necesitamos saber lo que ha pasado y cómo están ahora las cosas para intentar solucionarlas antes de que puedan empeorar, así que, por favor, os estamos escuchando.
BASILIA : Por mi parte ningún problema en colaborar: no se de qué habláis, ni que es lo que os traéis entre manos. (ADRIANA la mira desconcertada).
ALONSO : ¿Adriana?
ADRIAN : (Con voz y gestos sumisos). Mandé la grabación de una canción a una productora musical en un impulso y me olvidé de decíroslo. (Todos la miran esperando que continué). No me miréis así porque no hay más (con ojos vidriosos, parece a punto de echarse a llorar). No pensé siquiera en que alguien podría escucharla, pero ya que ha pasado podríamos aprovechar la ocasión para ganar el dinero que tanta falta nos hace.
ALONSO : (Interroga autoritario). ¿De qué careces, Adriana? ¿Qué necesitas que no tengas?

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