lunes, 28 de febrero de 2011

Aquellos sastres fueron nueve 15:

Como puede haberse llegado a esta situación es algo que aún, ¡aún!, no comprendo pero estoy dispuesta a averiguar. ¡Restaurarme otra vez! Si mi cimentación lo precisa, adelante con ello, pero no me explico que no lo hicieran la vez anterior, que no ha pasado tanto tiempo y ya entonces tuvieron que darse cuenta de la necesidad. Lo peor es que tengo un mal pensamiento, porque como escucho las radios y televisores del vecindario cuando no es de uno es de otro, estoy bastante informada y se que hay intereses, económicos, claro, faltaría más, detrás de las demoliciones de algunos edificios antíguos, que habrían podido tener una infinidad de usos con una buena reparación menor, pero... No quiero ni imaginar que se traigan algo entre manos conmigo y no no estoy dispuesta a consentirlo bajo ningún concepto, ¡ninguno ninguno! Si llegado el caso hubiera que jugar sucio, seré la más guarra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario