miércoles, 21 de diciembre de 2011

Una Absurda Superstición 33 :

Tenía mucha tarea por delante y sobre todo debía prepararme para asumir la responsabilidad más importante de toda mi existencia.

Me encaminé a una iglesia porque deseaba un ratito de reflexión en un lugar sagrado pero la cuarta que encontré también estaba cerrada; parece ser que ahora hay que pedir cita previa para visitar a los santos y desistí.

Me senté en uno de los bancos de un parque y, a falta de otro interlocutor, ofrecí mis saludos al sol que llegaba y le pedí consejo.

Sí. Definitiva y rotundamente hay que hacer lo debido.

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