sábado, 17 de septiembre de 2011

Aquellos sastres fueron nueve 45 :

-¡Hola! ¡Ya he vuelto!
-¡Bienvenido! -riendo los dos-.
-¡Que bien me ha sentado el sueñecejo! ¿Han empezado ya las noticias?
-Terminaron hace un buen rato. Son casi las once.
-¡¿En serio?! ¡¿Tanto he dormido?!
-Lo necesario, ¿no? En tu casa ya están avisados de que te quedas, así que ponte cómodo y empieza a contar.
-Sí. Por cierto, gracias por avisar a los padres.
eMé le responde con un silencioso gesto de cabeza para no perder más tiempo. Está impaciente por saber.
-Sabes que estas obras me están trayendo de cabeza y para remate hoy he oído la palabra expropiación que me ha quitado las dudas sobre la fantasía de la vecina que las escuchó. Algunas cosas me chocan tanto que la curiosidad me ha podido y esta tarde cuando los compañeros se han marchado yo me he quedado para poder curiosear a gusto. ¿Y sabes que he encontrado?
-¿El que?

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