lunes, 19 de septiembre de 2011

Aquellos sastres fueron nueve 46 :

-Herramientas y señales de movimiento como si estuvieran, o hubieran estado, trabajando en una zona que no nos corresponde.
-¿Porque no pertenece al sótano de este edificio?
-Eso es. El terreno que parece removido está más allá de lo nuestro.
-Puede que estén también con obras en el edificio contiguo.
-Ya he confirmado que no.
-Y sus rastro son recientes sin posibilidad de error, ¿verdad?
-Mmm. Mmm. -Bruno limitó su respuesta a un par de onomatopeyas que acompañó con un gesto de afirmación tan expresivo de cabeza y manos que no dejaba lugar para dudas.
-Y entiendo que no tiene nada que ver con tu empresa.
-No en lo que está escrito desde la legalidad. Soy el aparejador y tengo acceso a toda la documentación.
-¿Que explicación puede haber? ¿Tienes alguna idea?
-He sopesado alguna que otra hipótesis que adjudicar a mi empresa o a alguno de los jefes pero no encajan bien las cosas, los engranajes no ensamblan. No digo que no haya algún chanchullo por ahí, pero casi te puedo asegurar que no en el edificio. Parece que exagero y que estoy montando una fantasía pero me gustaría que pudieras ver la zona de excavaciones.
-Pues vayamos a visitarla entonces.
-¡Abuela!... ¡eMé, mujer!
-¡Bruno!
-Dime.
-No seas ridículo.
Bruno y eMé se miraron y se entendieron.
-Vamos allá.
-¿Algo que deberíamos llevar?
-Solo las linternas que hay en la oficina.

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